La cocaína y sus consecuencias son conocidas desde la antigüedad. Los pueblos sudafricanos utilizaron en el siglo III a.C. las hojas de la planta Erythroxylum coca de la que se obtiene la cocaína, lo que queda confirmado por las figuras y dibujos en las cuevas de los sitios arqueológicos.
Esta tradición de consumo de plantas fue continuada por los incas hasta el siglo XVI, mientras que, con la llegada de los españoles a la América del Sur, esta planta se difundió por Europa, donde en 1860 Albert Niemann hizo la síntesis oficial de la planta desconocida hasta encontes.
La sustancia recién descubierta causó mucho interés en los círculos científicos, incluso Sigmund Freud examinó la cocaína y sus consecuencias en sí mismo. Escribió sus observaciones en la obra “Sobre la coca”. En ese texto el famoso psiquiatra señaló que: “la cocaína provoca excitación y una euforia prolongada, que no se diferencia de una euforia normal en la persona sana… aumenta el autocontrol, vitalidad y energía para trabajar, mientras que no ocurre el desarrollo de ninguna adicción tanto después de la primera toma como después del consumo repetido”. Por su efecto beneficioso, Freud consideraba que la planta podía curar la depresión y las enfermedades del tracto digestivo. Sin embargo, ya en 1889, se dio cuenta de la verdadera naturaleza de cocaína.
Muy pronto, otros estudios demostraron una adicción muy fuerte, por lo que la sustancia fue proclamada ilegal. Lamentablemente, no se ha erradicado, así que hoy en día hay más de 15 millones de personas alrededor del mundo que están enfrentando graves consecuencias del consumo de cocaína.
Cocaína y sus consecuencias causadas por el uso a corto plazo
La adicción a la cocaína se desarrolla muy rápido, por lo que las consecuencias ocurren en un plazo corto.
Ya después de la primera dosis una persona se siente eufórica, enérgica, habladora y mentalmente despierta, por lo que disminuye la necesidad de sueño y comida, mientras que aumenta la hipersensibilidad visual, auditiva y táctil. Luego ocurren tremor, dolor de cabeza, náuseas y convulsiones musculares.
Se evidencian cambios del ritmo cardiaco y la presión arterial elevada, porque la cocaína provoca constricción de vasos sanguíneos. Son seguidos por las complicaciones gastrointestinales, incluidos los dolores estomacales y náuseas. No es raro que ocurran ansiedad, irritabilidad, ataques de pánico, así como el comportamiento violento.
Cocaína y sus consecuencias causadas por el consumo a largo plazo
La cocaína destruye su salud si se consume a largo plazo. Con el tiempo, el sistema de recompensa se hace más débil, debido al desarrollo de la tolerancia, así que hay que aumentar la dosis para sentir el mismo efecto. Al mismo tiempo, los usuarios pueden desarrollar la hipersensibilidad en la que ya con unas dosis más pequeñas de cocaína ocurren la ansiedad, la convulsión u otros efectos negativos. Esta mezcla de efectos aumenta el riesgo de sobredosis en los casos de consumo crónico.
Las consecuencias con frecuencia dependen del modo de consumir. Si la cocaína se ingesta inhalando, provoca pérdida del sentido de olor, sangrado nasal, problemas al tragar, ronquera e infección crónica de la nariz. Fumando, esta sustancia provoca daños en el pulmón y empeora los problemas respiratorios ya existentes. Las personas que se inyectan la cocaína corren el peligro de reacciones alérgicas, VIH y hepatitis C.
Cocaína y sus consecuencias en el caso de uso prolongado afectan el cuerpo entero. Disminuye el flujo de sangre en el tracto gastrointestinal, que puede provocar úlceras, la pérdida de apetito conduce a la desnutrición, mientras que los problemas cardiacos se vuelven comunes.
Dado que la cocaína tiene fuerte afecto en el cerebro, se produce un debilitamiento de las funciones cognitivas. Tampoco se excluyen derrame cerebral y sangrado intracerebral.
Cocaína y sus consecuencias combinados con otras sustancias psicoactivas
Las consecuencias del alcoholismo pueden estar relacionadas con el uso prolongado de cocaína. A saber, muchas personas mezclan estas dos sustancias y, en base a ello, en el hígado se crea una tercera sustancia – cocaetileno. Esta sustancia aumenta efectos eufóricos de cocaína, por lo que es más peligrosa que la cocaína sola, aumentando el riesgo de la muerte súbita.
La cocaína y sus consecuencias son tan fuertes que a veces la primera toma también puede provocar la muerte, especialmente si ya existe adicción a la heroína. En ese caso, el cese de efecto de cocaína es recompensado con la heroína, que puede provocar una sobredosis con resultado fatal.
Teniendo en cuenta la gravedad de las consecuencias, es necesario tratar al adicto de cocaína. Entre numerosos centros de rehabilitación destaca la clínica VIP Vorobjev. El equipo de eminentes médicos especialistas y psicoterapeutas aplica los métodos contemporáneos de tratamiento de los trastornos adictivos, incluyendo la ibogaína, por la esta clínica es conocida alrededor del mundo. Asimismo, la clínica VIP Vorobjev destaca por la desintoxicación indolora, es decir, no hay efectos negativos del síndrome de abstinencia, por lo que los resultados son mejores que los adquiridos aplicando las técnicas clásicas de deshabituación en otros hospitales.
Junto con el tratamiento rápido y eficaz, la clínica VIP Vorobjev se caracteriza por el mejor servicio, comparado con un hotel de cinco estrellas. Empezando por la acogida en el aeropuerto o la estación de autobuses, el alojamiento en los apartamentos lujosos y la comida, hasta el gimnasio, piscina y jacuzzi – todo está organizado de tal modo que proporcione una sensación agradable durante la estancia, uno de los motivos por los que esta clínica es la elección de los pacientes tanto de nuestro país como del extranjero.