Las consecuencias del alcoholismo son muy serias, aunque mucha gente no es consciente de ello.
El alcohol está presente desde el inicio de la humanidad. Con una copa de vino celebramos, nos relajamos después de un día agotador en el trabajo o “curamos las penas”. Sí, el alcohol está omnipresente en nuestras vidas. Independientemente del nivel social e intelectual, sexo o edad, la gente alrededor del mundo consume todo tipo de bebidas alcohólicas.
Sin embargo, cabe preguntarse dónde está la línea que separa el consumo moderado para disfrutar y una copa más que lleva hacia la adicción. Aunque sea una sustancia psicoactiva legal, el alcohol, igual que el consumo de drogas, puede producir y desarrollar el problema que no podemos resolver por nosotros mismos.
Cuáles son las consecuencias del alcoholismo, le descubre la clínica Vip Vorobjev.
Las consecuencias del alcoholismo son conocidas desde la antigüedad
El efecto nocivo del alcohol en el organismo, así como las molestias que aparecen por el consumo exagerado, fue conocido hasta por los espartanos, que solían castigar a las personas constantemente borrachas con cortarles las piernas. Los romanos prohibieron el consumo de alcohol a las personas menores de 30 años, mientras que el rey serbio Dusan en su Libro de leyes determinó los castigos para el alcoholismo, dependiendo del crimen cometido bajo su efecto.
Las consecuencias del alcoholismo, desde el punto de vista psicológico, fueron descritas por primera vez por Aristóteles. Su obra fue desarrollada en los siglos posteriores por varios científicos y en 1849 un médico sueco Magnus Huss dio la descripción detallada de los efectos dañinos. Solo a mediados del siglo XX la Organización mundial de la salud introdujo el alcoholismo en la clasificación de las enfermedades que requieren el tratamiento de adicción en el entorno profesional.
Que las consecuencias del alcoholismo no deben ser ignoradas nos confirma el hecho de que un 3 por ciento de la población mundial se enfrenta a ellas. Este hecho las sube al 3. puesto según la frecuencia, inmediatamente después de las enfermedades cardiovasculares y malignas.
El alcoholismo en la familia es un problema cada vez más frecuente en nuestra sociedad. Adicionalmente, nos preocupan los datos según los cuales un 25 por ciento de los niños menores de 17 años suelen tomar alcohol regularmente.
Las consecuencias del alcoholismo en el cuerpo
Está determinado que el alcoholismo causa hasta 23 problemas de salud.
Ante todo, el alcohol le hace comer más. Teniendo en cuenta que su valor calórico tampoco es bajo, la obesidad es una clara señal de adicción.
Dado que el hígado es el órgano en el que se descomponen todas las materias nocivas que ingerimos, este órgano es el primer afectado por el consumo exagerado de alcohol. Esta carga puede causar el hígado graso, con lo cual se eleva el riesgo de inflamaciones y, por consiguiente, puede llevar hacia el deterioro completo del hígado y una enfermedad peligrosa – la cirrosis del hígado.
El consumo prolongado de alcohol reduce la elasticidad de los vasos sanguíneos, así que ocurre la presión arterial alta. La hipertensión puede producir infarto cerebral. De hecho, unos estudios han probado que los hombres que toman más de 6 copas al día y las mujeres que a diario consumen más de 4 copas de alcohol, aumentan el riesgo de aparición del infarto cerebral por un 40 por ciento.
Asimismo, el alcohol debilita los músculos de corazón, por lo que está dificultada la circulación sanguínea por el cuerpo. La consecuencia de que el corazón se esforzara mucho son los problemas de respiración, hinchazón de piernas y pies, así como el desarrollo de las enfermedades del corazón.
Con el tiempo, beber afecta negativamente la creación de los glóbulos blancos, causando la caída del sistema inmunológico. Por lo tanto, el organismo llega a ser menos resistente ante las infecciones, incluyendo unas enfermedades más graves, como tuberculosis, cáncer de mama, hígado, boca y garganta.
Las consecuencias psicológicas del alcoholismo
El consumo crónico de alcohol produce daño en las células cerebrales, que no se pueden regenerar. Así, ocurren cambios de la conducta, caída de concentración y funciones cognitivas, depresión, ansiedad, así como unos trastornos psicológicos más graves.
El más frecuente es el delirium tremens, es decir, la manía alcohólica. Los síntomas son el agotamiento, la sudoración excesiva, la presión arterial alta, el insomnio, el desarrollo de miedos, así como el comportamiento agresivo.
La epilepsia alcohólica se manifiesta por la pérdida de conciencia, que produce la caída. Luego se produce la rigidez del cuerpo entero, alternándose con las convulsiones musculares, y aparece la espuma por la boca. Después de la crisis la persona se siente somnolienta y desorientada.
Una de las consecuencias del alcoholismo es la demencia, la que puede ocurrir ya con 30 años. Igual que en el caso de la demencia en la vejez, se reconoce por la pérdida de memoria, dificultades de encontrar la palabra adecuada, dificultades para llevar a cabo las actividades cotidianas. En el estadio más avanzado los pacientes no pueden controlar sus necesidades, así que no son capaces de cuidar de sí mismos.
El problema con el consumo de alcohol no solo afecta al individuo que consume, sino a sus prójimos. Por eso es importante iniciar el tratamiento del alcoholismo a tiempo. De esta manera es posible prevenir la aparición de los síntomas más graves y ralentizar en mayor medida el futuro deterioro del cerebro.
La clínica Vip Vorobjev aplica una combinación única de los métodos de última generación en el tratamiento. Gracias al enfoque individual, a cada uno de los pacientes se le prescribe el mejor programa de la desintoxicación indolora, mediante la cual se eliminan de forma más rápida los efectos negativos de la dependencia. Al mismo tiempo, se recupera el equilibrio en el cerebro y se normaliza el funcionamiento de todos los órganos.
Cuando el cuerpo recupere la energía, con una supervisión continua del equipo experto de los médicos y psicoterapeutas, el paciente pierde el deseo de consumir alcohol.
El ambiente agradable y lujoso de todas las habitaciones y la sala de estar le ofrecen la privacidad completa. Mientras que el uso del gimnasio, la piscina y el jacuzzi, también dentro de la clínica, harán que su estancia en la clínica sea más placentera.
Hasta cuando termine el tratamiento hospitalario, el equipo profesional de la clínica en todo momento estará a la disposición de todos sus pacientes, porque, el pleno apoyo después del tratamiento es una manera de prevenir las reincidencias.