Dependencia de los opioides y sus efectos secundarios
La dependencia de los opioides es una enfermedad del sistema nervioso central que se produce como resultado de un consumo constante de opioides (opiáceos).
Los opioides producen una fuerte sensación de euforia y precisamente por eso existe el riesgo de uso recreativo de estas sustancias. Aparece el deseo de aumentar la dosis para intensificar los efectos de los opioides y de esta manera se produce la dependencia, un problema médico serio, pero también un problema social.
Existen sustancias naturales, semi-sintéticas y sintéticas que contienen opioides.
Las sustancias naturales derivan de la planta de opio y se denominan los opiáceos, y los principales opiáceos en este grupo son morfina, codeína, tebaína y papaverina.
Las sustancias semi-sintéticas y sintéticas se denominan los opioides. Los ejemplos de los opioides semi-sintéticos son los receptores opioides para los dolores, como Dilaudid, Hydrocodone (Vicodin), Oxycontin (Oxycodone) y heroína ilegal.
Al grupo de opioides sintéticos pertenecen fentanilo, demerol y metadona.
Desde siglos atrás los opiáceos se utilizan como supresores eficientes del dolor. Además, producen un efecto eufórico, así como un efecto relativamente sedante, y por eso son muy populares entre la gente que los usa con fines recreativos. Este hecho ha llevado a que hoy en día los opiáceos son los medicamentos mal usados con mayor frecuencia alrededor del mundo.
Los opioides tienen efecto gracias al hecho de que se unen a los receptores opioides en el sistema nervioso central y el tracto gastrointestinal, y de este modo se producen tanto sus efectos beneficiosos como los secundarios.
Dependencia de opioides y síntomas
Los síntomas aparecen poco después del consumo de opioides y algunos de ellos son:
- Percepción del dolor disminuida
- Sensación de euforia
- Somnolencia
- Sensación de piernas pesadas
- Deseo incontrolado de consumir drogas
- Pensamientos obsesivos en adquirir y consumir opioides
- Cambios en la personalidad
- Problemas económicos
- Reducción del rendimiento laboral y abandono escolar
- Descuido de los deberes familiares
- Aislamiento social
- Descuido de la higiene personal
- Embriaguez
- Ansiedad
- Cambios de humor
- Insomnio
- Dolor de cabeza
- Olvido
- Cambios de hábitos alimenticios
- Pérdida de peso
- Náuseas
- Hinchazón en la cara
- Temblor de las manos.
Efectos secundarios del consumo de opioides:
- Depresión del centro respiratorio
- Aumento de la temperatura corporal
- Sequedad de boca
Estos síntomas pueden durar hasta unas horas y por caída de concentración es imposible funcionar de forma normal. El consumo continuado de opioides disminuye la producción de endorfina endógena en el cerebro, porque el organismo se ha acostumbrado a suministrarla del entorno exterior.
Con mayor consumo de opiáceos externos disminuye la producción de los naturales y por eso es necesario introducir unas cantidades de opiáceos cada vez mayores para producir fuerte sensación de euforia, la que antes podía producirse mediante dosis más pequeñas.
La consecuencia de ello es crear la tolerancia a los medicamentos, por lo tanto, dejar de consumir de repente produce un estado complicado, es decir el síndrome de deshabituación de opioides, que apunta hacia la presencia de una dependencia física.
Los adictos a los opioides (opiáceos) parecen unas personas distantes, con mirada inexpresiva y vacía. Los demás síntomas de la dependencia de opioides son un cansancio crónico, habla incomprensible, mala coordinación, uso regular de laxantes (debido a la constipación crónica), sensación de raspado, picor, huellas de agujas y pupilas contraídas.