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El consumo sistemático y prolongado de narcóticos, alcohol y medicamentos psicoactivos en grandes dosis tiene efectos destructivos en el sistema nervioso central.
La terapia neuro-metabólica estimula la síntesis y el uso del oxígeno y la glucosa, intensifica la síntesis de adenosin trifosfato en condiciones de isquemia e hipoxia por más de 19 veces. El compuesto neuro-metabólico consiste en aproximadamente 30% de sustancias orgánicas, tales como péptidos, aminoácidos, nucleósidos, lípidos y oligosacáridos y microelementos (sodio, calcio, fósforo, magnesio).
Bajo su influencia la transferencia de glucosa desde la sangre hacia el cerebro puede aumentar a unos 50%.
La aplicación de la terapia neuro-metabólica, en combinación adecuada con una terapia específica y la psicoterapia, en tan sólo cuatro semanas ha producido mejoras de estado en más de 85% de los pacientes con una variedad de trastornos mentales.
La terapia compleja que incluye la terapia neuro-metabólica reduce el déficit nutricional y mejora las conexiones de las neuronas. La actividad biológica de los estimulantes neuro-metabólicos produce los siguientes efectos:
- Efectos nootrópicos (el impacto positivo en el trastorno de las funciones superiores de la corteza cerebral, el nivel de juicio y la autocrítica, la mejora de pensamiento, atención y habla)
- Efecto mnemotrópico (el impacto positivo en la memoria y la capacidad de aprendizaje)
- Mejora de claridad de conciencia (la disminución de desaliento y alteración de conciencia)
- Efecto adaptógeno (fortalece la resistencia del organismo en condiciones extremas)
- Efecto antiasténico (reduce los síntomas de la astenia – debilidad, languidez, agotamiento, fatiga, depresión)
- Efecto psicoestimulante (aumenta las actividades, la resistencia al estrés, disminuye la ansiedad, crea la actitud crítica hacia sí mismo, reduce la lentitud psicomotriz)
- Efecto antidepresivo (fortalece la motivación y los estímulos vitales, la claridad de la conciencia, la capacidad de encontrar la solución adecuada de problemas)
- Efecto sedante o tranquilizante (reduce la irritabilidad y la sensibilidad emocional)
- Impacto positivo en el sistema nervioso vegetativo (periférico) – corrige los trastornos de las enfermedades de Parkinson y Alzheimer, encefalopatía, epilepsia y las consecuencias de toxinas.
